Desde las costas del pacifico hasta las montañas de agave del centro, Oaxaca nos encanta. Nuestro viaje está dando la curva para el regreso y comienza la nostalgia. ¿Cuando volveremos a estas tierras? ¿Cuando vorlveremos a comer mole, alambres y tlayudas en un mercado? ¿Cuando desayunaremos huevos benedictinos sobre pan de elote con refritos?¿Cuando me volveré a ponerme ciego probando mezcales? ¿Cuándo volveré a perderme de la mano de mi amada descubriendo caminos mexicanos? Pues la verdad, no sabemos, pero tengo la certeza que volveremos. En el último año hemos tenido la dicha de pasar dos meses en este grandioso país, recorriendo Yucatán, Chiapas, Oaxaca y Veracruz, y solo tengo experiencias positivas. Seguiremos al norte hasta chocar con el muro.
Los días siguientes fueron mas tranquilos. Algo de trabajo cibernético en un lindo espacio de la ciudad. Compras y contactos con intención. Museos de historia y arte, donde devoramos cartas entre Frida Caro y su “doctorcito querido”. Hierve el Agua, con sus impresionantes vistas. Almuerzos poderosos y cenas curiosas. Días de vivir el lugar en calma. Y cuando ya el chico del café te conoce, te vas ha preparar la maleta por que te tienes que marchar.
México es una maravilla. Su gente, sus costumbres, sus paisajes, sus aromas. Son nuestros hermanos. Nuestra puertorriqueñidad sabe mas a Sur America que al norte de la frontera. Nos gustaría vivir mas tiempo esta experiencia, pero el camino nos espera. Nuestra próxima parada Orizaba, en el estado de Veracruz.
Venimos cargando con ropa de invierno solo para estos dos días. Tenemos la intención de acercarnos lo mas posible a la cima de Citlaltépetl o Pico Orizaba. Es el punto mas alto de Mexico y el tercero mas alto en Norte America. 18,500 pies sobre el nivel del mar. El camino entre el centro de Oaxaca a Veracruz da gusto, las carreteras están en muy buen estado. Estuvimos como una hora entre montañas llenas de millones de cactus que parecian troncos de palmeras. Millones y millones. Paisajes hermosos que invitaban a mirar al horizonte y nosotros buscábamos en él, el pico.

Detras de lau 8

Ya estábamos en el estado de Veracruz y nos quedaba como una hora de camino hasta Orizaba. Andábamos entre las nubes, y entre una y otra vimos por primera vez la cima del volcán. La inmensidad nos hace sentir pequeños. Dieciocho mil quinientos pies sobre el nivel del mar. Dito, nuestro gran Yunque tiene poco mas de 1000 pies de altura y el majestuoso Cerro Punta en Jayuya tiene casi 1350. Estábamos en el cielo y una nube se posó sobre nosotros.  No volvimos a ver el impresionante panorama. Frío y llovizna nos acompaño en la montaña. Al día siguiente madrugamos, pues en la mañana es mas probable el cielo despejado, pero nada. Subimos en teleférico al Monte Borrego a ver que veiamos, y vimos el valle, pero el cielo era de las nubes. Estas noches nos acurrucamos mas que nunca. Noches con medias y pijamas largas.
El frío es rico unos días, pero nosotros somos sangre caliente y el trópico nos llama. Hasta la próxima Veracruz, hasta pronto Oaxaca. Nuestro vuelo a San Juan sale de Cancún así que planeamos estar unos días antes allí, con la intención de aburrirnos en las playas del Caribe. Cancún no, Playa del Carmen tampoco, Tuluum ¡Si!, pero el budget no lo habíamos comido. Y llegamos a Puerto Morelos.
Puerto Morelos es un pueblito costero entre Playa del Carmen y Cancún, a 20 min del aeropuerto. Aquí comienza el Sistema Arrecifal Mesoamericano, que es la segunda barrera más grande del mundo y recorre las costas de Belice, Guatemala y Honduras. Hace 20 años aquí había solo pescadores. Estos pescadores ya no pescan desmedidamente como antes, ahora cuidan el coral y te llevan orgullosos a bucear o snorkeliar esta maravilla natural. Aunque somos buzos y nos encanta el mar, nuestro plan era no tener plan. Nos levantamos cada día y caminamos a la playa, nos sentábamos bajo una sombrilla con las piernas bien estiradas y leímos, escribimos, nos pusimos al día, comimos y bebimos. Y mientras miraba el horizonte azul pensaba en pocas cosas. En abrazar a mi hijo, a mi familia y en dar gracias por nuestra fortuna. Gracias Mexico.
En esa playa paradisiaca de Puerto Morelos, con una margarita de mezcal en una mano y un puro Veracruzano en la otra, decidimos nuestra próxima aventura. Visita relámpago por Marruecos, España y Portugal. En Agosto les cuento. ¡Hasta la próxima!
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